El desplazamiento es una condición intrínseca de nuestra especie, que desde sus orígenes ha buscado siempre nuevos territorios. Con la excepción de las zonas más agrestes de los Polos, no hay región continental del planeta que no esté habitada por seres humanos.
Impulsados por fuerzas históricas expansivas u obligados por circunstancias desfavorables, estamos predispuestos a migrar.